LIBRO VIRTUAL PRIMER ANIVERSARIO RED ESCRITORES COQUIMBO

sábado, 17 de julio de 2010

AMOR OBSTINADO



AUTORA: MARIA EUGENIA GARCIA BENEDICTO

Tantos versos de amor infructuosos
tantas palabras muertas
de historias ya pasadas
tanta querencia añeja
perdida entre las sombras

En mi azarosa vida
cuanta pena guardada
entre viejas heridas
de mi alma atribulada

¿Por qué se empeña mi ser
en evocar este amor
que solo causa dolor
pues querer es fallecer?

¡Como quisiera olvidar!
pero irrumpes en mis noches
agitando mis pasiones
hurtando mí intimidad

¿Por qué aniquilas mis días
escudriñando mis llagas
lacerando despiadado
mi angustiado corazón?


Amor obstinado y terco
cuantas veces te he odiado
cuantas veces te he llamado

Para escuchar de tus labios
aquellos versos añejos
y buscar aquel espacio
donde guardabas mis besos
donde solo tus caricias
podían recorrer mi cuerpo

Amor mío, amor tuyo
Amor nuestro, amor eterno

jueves, 24 de junio de 2010

CELDAS EN EL CORAZÓN



De: Maria Eugenia garcía Benedicto

Envuelta entre pétalos de flores
Camuflaba su gris existencia.
Rodeada de maravillosos paisajes
Miraba desde su lúgubre cueva

Pensaba en silencio, ¡que hermoso sería!
Ser libre, ser hada, ser río,
Saciar aquella sed de lo prohibido
Alborotar la indolente vida
En aquel mundo herido

Necios pensamientos
Eso le decían
¿Acaso no sabes que nadie te escucha?
Calla y obedece, no te queda otra
Ni protestar puedes,
Porque mujer eres.

Algo si mantengo, mi voz, mis vivencias
Mi grito aun no ahogado
Mis ganas, mis fuerzas
Todo lo vetado que hierve en mis venas
Que lo llevo dentro, en mi propia esencia

CEGUERA



AUTORA: MARIA EUGENIA GARCIA BENEDICTO



Despierta la flor,
Despierta el cantar,
Despiertan los hijos
Que aman la paz.

Tú sigues durmiendo,
Viviendo en un sueño,
Y no te das cuenta,
Que así ni eres dueño,
De tu propia esencia.

Y los sueños vuelan,
Y tú te refugias,
En lo más profundo,
Por no abrir la puerta,
De aquellos que esperan.

Que esperan cariño,
Que esperan consuelo,
Que esperan de ti,
Algún gesto tierno.

Despierta la flor,
Despierta la paz,
Despiértate amigo,
Y ven con nosotros
A cantar unidos,
En un gran abrazo,
De amor y hermandad.

martes, 22 de junio de 2010

LA PAZ DE TODOS

De. Maria Eugenia García

La Paz se pierde
Cuando la avaricia gana
Existe cuando la razón persiste
Se entrega cuando se ama

Dueña de apego perenne
Manantial del humanismo
La lleva en el alma el niño
Desde el día que amanece

Se entrega sin estrategias
De ella depende la vida
No dejemos que la alteren
Seducciones egoístas

LOS SECRETOS OCULTOS DEL AGUA

domingo, 20 de junio de 2010

SENCILLAMENTE AMOR

De: Maria Eugenia Garcia Benedicto



El trópico atardecía
Colores esplendorosos
En el cielo aparecían
Me mirabas con ternura
Y yo, te correspondía.

Aquella tarde dejaste
Abierto tu corazón
El mió hacía ya tiempo
Que esperaba aquel momento
Y sin que te dieras cuenta
En el tuyo se metió

Compartimos tanta vida
Muchos anhelos logramos
Pero uno de los más grandes
Fue la mezcla de las sangres
El milagro de los hijos
El prodigio de ser padres

Tanto ha sido nuestro amor
Que sería largo contarlo
En momentos de alegría
En ocasiones de angustia
En los fracasos y triunfos
Transitados en la vida

Amor de años vividos
Amor de eternas paciencias
Amor de promesas rotas
Amor de ilusiones nuevas

Déjame besar tus labios
Deja acariciar tus manos
Déjame decirte antes
Del momento de viajar
Hacía el estelar portal
¡Amor! Innegable amado
Piensa que estaré a tu lado
Hasta que llegue el momento
De atravesar el umbral























LOS VERANOS DE MI TIERRA


El Sablín

De: Maria Eugenia garcía Benedicto




El sol brillaba en la mañana de mi amado terruño “ Llanes ,“pronto cumpliría 6 años, me empiné en un banquito para mirar por la ventana, vi que la mar estaba de baja, así que no lo pensé dos veces me fui al cuartón a buscar una pala y una lata vacía, tenía que bajar al muelle, apenas había agua en el “ Riberu “ debía aprovechar, cogería gusana que me serviría de carnada para ir a pescar con mi primo Pachín, (yo le quería como a un papá, uno de tantos primos mayores que parecían tíos más que primos, mis abuelos tuvieron 19 hijos y yo era hija del menor )


Preparé los gusanitos pues había que rebozarlos en arena para que no se pegaran, mientras que escuchaba las bellas y armónicas voces de pescadores, que preparando redes interpretaban hermosas canciones asturianas, subí corriendo a mi casa y me puse el traje de baño, ya que parte de mis amigos se estaban bañando en el Sablín, esta pequeña playita se encontraba cerca del muelle y debajo del “ campu el gatu “ ahí vivía yo. ( Pero no había gatos)


Cuando la marea bajaba nos gustaba ir hacía las rocas para sacar cangrejos, erizos y si el mar todavía no subía, nos íbamos a otras rocas que estaban más lejanas, ya que en esos lugares se encontraban los percebes, las olas golpeaban fuerte, nos tirábamos de cabeza y metíamos las manos en pequeñas cuevas haciendo grandes esfuerzos, para poder arrancarlos de las rocas, francamente no teníamos mucho éxito, no obstante, conseguíamos algunos , luego nos repartíamos los mariscos y nos íbamos felices a nuestras casas a ver si con eso podían hacer alguna comida, nunca vi que prepararan algo con aquello; enseguida volvía a juntarme con mis amigos, nadábamos, nos tirábamos de cabeza desde las escaleras, la marea ya subía, hacíamos competencias, después venían las ahogadillas seguido de manotazos y trompazos, estampidas de las niñas más pequeñas saliendo del agua ( yo, una de las primeras que corría con mi amiga Pili que tenía 3 años más que yo y siempre me protegía, preparábamos rápidamente los bolazos de arena y se declaraba “ la guerra “ al final agotados, rebozados como pescadillas listas para freír , nos tirábamos al sol, esperando darnos el último baño del día y sacarnos toda la arena que en general se nos depositaba como bolsa en el trasero, salíamos por las escaleritas limpiecitos y con cara de “ santitos “ yo no recuerdo si alguien me cuidaba, creo que no, no hacía falta ya que siempre había gente que nos miraba y todos se conocían.


Las tardes de pesca con mi Primo Pachin eran muy entretenidas, íbamos a la barra, lugar donde finalizaba el puerto, era alta mar, los barcos de pesca siempre tenían que quedarse bastante cerca de ahí, esperando que subiese la marea para entrar en el puerto, a la barra iba mucha gente a pescar y muchos más a mirar.


Salía de mi casa tan contenta al lado de mi primo, mi cañita, mi tarro de gusana y por supuesto un canastillo para mis pescaditos, nos instalábamos y listo… a prepararse, anzuelo, carnada y posición, miraba a mi primo con que estilo movía la caña para lanzar el hilo al agua, yo trataba de imitarle, casi siempre me enredaba, Pachin con una carcajada y mirada bondadosa, me ayudaba enseñándome a echar con destreza la hilaza y luego a esperar, como buenos pescadores… que cosquilleo me entraba cada vez que picaban los peces y cuando sacaba uno me ponía… ¡ caramba!... estoy segura que un pescador de tiburones, no se sentiría más contento que yo, cuando agarraba uno. Pasábamos horas ahí y después a casa con pescaditos y todo.


Mi primo y su mujer Mercedes, con su pequeño hijo, venían de Madrid a pasar las vacaciones en nuestra casa, seguidamente iban apareciendo las primas, Eva y Gloria ellas eran hermanas y yo las recuerdo ya mozas, también estaba Conchita que era adolescente y alguna de mis tías. Recuerdo especialmente a mi tía Rely, ella era mi madrina y mamá de mi primo Pachín, todavía siento su perfume, no hacía falta que me dijeran que había llegado, desde las escaleras ya lo percibía, olía delicioso, por aquellos tiempos, nadie olía a nada pero ella sí, era una mujer elegante mas que bella interesante, después venían mis tías, Eva hermosa mujer, Luisa hubiese sido excelente cómica del absurdo, Covadonga artista por naturaleza y además los que vivíamos siempre ahí. Mis padres que por su profesión solían estar ausentes, tuve la suerte de compartirlos en ciertos momentos de mi niñez y juventud, me prepararon para entenderlo, Jordán de profesión violinista, último hijo de 19 de mi abuelita Florentina y mi mamá Antonina cantante, séptima hija de 14 hermanos que tuvo mi abuelita Matilde ¡tremendas prolíferas mis abuelas! mis abuelos, José García Pelaez ( Pepin de Pria ) escritor, esposo de Florentina Arguelles y Pedro Benedicto funcionario, esposo de Matilde Sánchez. Los primeros eran asturianos y los segundos andaluces, así que yo soy el fruto de la “jota y el flamenco.”


Aquellos tiempos eran difíciles para los mayores, nosotros los hijos de la post-guerra nos divertíamos sin imaginar las penurias de nuestros predecesores y el dolor que llevarían en sus almas, mi abuelita casi no hablaba de sus hijos muertos y siempre con cautela sacaba escritos de mi abuelo, que los tenía escondidos y me leía sus poemas, era natural escuchar su voz declamando en bable.


Un día me arrancaron de su lado, nunca más pude tener sus caricias, también tardé muchos años en tener un libro de mi abuelo en las manos.


En todo caso fueron tiempos inolvidables y felices, nunca sentí mi familia más unida que en aquellos tiempos, nunca vi más solidaridad entre ellos, nunca padecí carencia de amores, aunque no vivía con mis padres, tenía todo el cariño de mi familia y el amor más inmenso e incondicional de mi madre-abuela, mi madre-tía, mi prima-hermana y mi tierrina.





MARIA EUGENIA GARCIA BENEDICTO

sábado, 19 de junio de 2010